Si de paisajes únicos hablamos, la Ruta del Sol es el mejor referente, con su encanto natural no deja de sorprender a quienes transitan por ella día a día. Hoy te daremos un fascinante recorrido, ¿estás listo para acompañarnos en este viaje de aventura y transportarte hasta cada rincón de la provincia manabita? 

Nuestro punto de partida, es la capital del atún, Manta, en ella yacen doce populares playas, siendo San Mateo una de las más conocidas, que está a tan solo quince minutos del centro de la ciudad. “Venga, venga, disfrute de nuestros exquisitos platos con los mariscos más frescos. Del mar a su mesa”, escuchamos a lo lejos. Mientras que Rosa nos llama a degustar las famosas empanadas y los maduros lampreados.

Son estas historias lo que hacen de San Mateo, un pueblito solidario, diverso y acogedor. Y no podemos dejar de lado las actividades de aventura que esta playa nos ofrece: paseos en lancha, kayak, surf, la banana, la bestia y demás, que hacen que tu visita sea una experiencia completa. 

El sol y la playa son característicos de este recorrido, pero no podemos dejar a un lado la neblina, la brisa y el bosque que se asoma kilómetros más adelante, al llegar a El Aromo. Una comuna silenciosa y fría como la noche, pero en la tarde los hilos de toquilla, muy parecidos a una larga cabellera, captan las miradas de todo aquel que transita por la vía.

Los restaurantes de comida criolla se encuentran al paso, en estos se ofrece una gran variedad de platos típicos, siendo la tonga uno de los favoritos, y es que un plato manabita siempre será el mejor acompañante para un clima húmedo – tropical.

Pero si tu paladar prefiere los platillos frescos con productos del mar, solo tienes que continuar unos cuantos metros más, llegando hasta la playa de San Lorenzo, la favorita de los surfistas por sus imponentes olas. Y si lo tuyo es la pasión por la fotografía, desde El Faro te aseguramos el mejor paisaje para tus postales.

En esta misma parroquia, se encuentra Las Piñas, un pequeño sitio dedicado a la pesca artesanal, que a su vez acoge a El Abra, un paraíso desconocido donde no hay restaurantes ni cabañas, pero sí amabilidad, alegría y una hermosa playa, convirtiéndose en el lugar ideal para quienes son amantes de los lugares tranquilos.

No podemos olvidarnos del arte y el talento de los lugareños que también toman protagonismo en esta vía. Pues es muy común observar todo tipo de artesanías como sombreros, artículos de cerámica, tagua y madera, que si los compras, te llevarás contigo un pedacito de Manabí.

De lo que si no te puedes olvidar, es de visitar la playa más linda del Ecuador, Los Frailes, un paraíso virgen que pertenece al Parque Nacional Machalilla, una de nuestras reservas protegidas, donde no tienes tanta libertad como en otras playas, pero su arena blanca y sus aguas turquesas y cristalinas, hacen que valga la pena.

Recorriendo veinte minutos más, llegamos a Puerto López, donde el turismo, la aventura y la cultura te dan la bienvenida. Esta ciudad te ofrece experiencias únicas, desde visitar todo tipo de bosques hasta realizar tours de espectáculo de las ballenas jorobadas.

Si las actividades acuáticas son lo tuyo, no dudes en visitar la Isla de la Plata, el mejor lugar para practicar buceo y snorkel. A la amplia oferta turística de Puerto López, se le suma un hermoso malecón escénico que permite la caminata y el ciclo paseo. A lo largo del mismo, existen bares y restaurantes que ofrecen un ambiente de diversión a los viajeros. Todas estas actividades hacen de este puerto pesquero, un destino muy completo.

Finalizando este recorrido, llegamos a Salango, la parte cultural de la Ruta del Sol, tiene cinco mil años en historias y un conjunto de varias culturas a lo largo del tiempo. Cuenta con un museo colonial-republicano que muestra a esta comuna hace cien años atrás, transportándote a un Salango de antaños y haciendo de este, una tierra ancestral. 

Y es que así es esta ruta, diversa como ella misma y encantadora como ninguna. Las mejores experiencias para todos tus sentidos están alineadas en una misma vía, una vez que la visites se convertirá en tu destino favorito y al que siempre, siempre querrás volver.

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