Redacción: Andrés Chilán, estudiante de la carrera Ciencias de la Comunicación de la USGP
George Floyd murió asfixiado por un policía blanco, quién colocó su rodilla sobre el cuello durante varios minutos.
Ocurrió el 25 de mayo luego de ser detenido por comprar en una tienda con un billete de 20 dólares falsos.
Las reacciones fueron inmediatas y desencadenaron una ola de furor en varias ciudades de Estados Unidos. (EE. UU)
Manifestaciones
“I can’t breathe” (no puedo respirar) es lo que decía Floy mientras le faltaba la respiración, expresión que se ha convertido el mismo que se ha convertido, en uno de los lemas de las protestas que recorren el país y que actualmente deja desmanes.
Ante este acontecimiento el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el toque de queda en numerosas ciudades y las detenciones se cuentan por centenares (periodistas incluidos). Mientras que Trump tuvo que refugiarse en el búnker de la Casa Blanca durante aproximadamente una hora y mandó a desplegar al ejército para poner fin a la violencia.
Hasta el momento hay como mínimo 2.000 detenidos, una cuarta parte de ellos en Los Ángeles, en Minnesota. Manzanas enteras han sido incendiadas, las tiendas de lujo y los negocios de personas que no son de raza negra se han convertido en el blanco predilecto de saqueos que se dan constantemente y más aún en las noches.
Hasta el momento, el Presidente ha informado que su administración está «totalmente comprometida» con hacer justicia por la muerte de Floyd, pero recalcó también que, a su juicio, los motines y los saqueos dañan ese objetivo.